domingo, 23 de mayo de 2010

Collique

Vendiendo un par de cervezas no resistí a la conversación sobre la venta del Aeroclub.
¡Qué peste! Esa gente nunca ha vivido aquí, hasta recién que ha comprado su departamentucho frente a mi casa y se imaginan paraísos acerca de las futuras casas que dizque harán en la zona del Aeródromo.

Risas y risas, tragos y vasos. ¡Qué repugnancia! y yo continúo vendiéndoles hasta gaseosa. Sí, para vomitarme, pero como sea, business son business. Y así, no habrá agua como hoy con esas 20 mil casas que pretenden construir. Así el corrupto y cerdo Saldaña-hijo (si comparasen sus fotos antes de ser alcalde) mutis total. ¡Claro! él mismo tiene su tajadita bajo el brazo, ¡Qué asco! y yo que daba todo por mi terruño. Con esta podredumbre uno tiene la moral por el suelo.

Y de ese modo me dicen egoísta por decir que habrá menos agua. Nadie piensa en la intangibilidad del terreno; nadie, en la buena fe de gente que en paz descanse; nadie en la Defensa Nacional. Total, si desaparecen los 10 fumones que están en el pasaje del parque, pues que se vaya al cacho el ex-fundo Chacracerro, total, esa gente está bajo tierra, va a ser bonito y la chela está rica.


Mientras que yo, tragándome la cólera de oírlos por seguir este negociete que no tiene sentido...

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