domingo, 23 de mayo de 2010

Sueños

Día tras día cagado por hallar la luz. Y es que parece que buscarla en el bien común no me ha dado buenos resultados. Al final todos terminamos jodidos y siendo los apestados del otro lado del mundo.

A la gente le importa un rábano lo que hagas por ella. Se tira el pedo en tu cara y ni les da pena. No hay nada qué hacer. Sálvense quien pueda. Sálvalos a todos, a todos los que valgan la pena. ¡Qué horror! Al diablo el balneario, al cacho el aeroclub, Chacracerro, la huaca Tungasuca. Qué más da. Total, mi buena voluntad no suena, no chasquea como el billete. Nada que hacer. ¿Tal vez sólo huir?

No. Al menos no por ahora. Estaré aquí mirando si advenedizos se adjudican poderíos. Adiós a los huerequeques y a mis sueños.

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